2- Una forma de vida

Aún recuerdo la primera vez que subí por aquellas escaleras del Bernabéu, allá por el año 1997. Yo era un niño de 7 años, que no sabía dónde iba.

Pronto lo iba a descubrir.

Recuerdo que lo primero que vi fue ese inmenso césped verde, un fondo lleno de banderas, y mucha gente. La emoción que sentí en ese momento, no la voy a olvidar nunca. Y me enamoré de ese escudo, y desde ese día, he vivido el Madrid y el madridismo a mi manera, siempre.

 

Que nadie nos imponga un oficialismo y una manera de sentir el Madrid. El verdadero madridismo es libre y pasional. Y se defiende siempre, aunque te quemes. El madridismo que nos enseñaron y que ha perdurado generación tras generación. Y ese es el madridismo que no tiene que caer en el olvido, porque la pasión no se compra. Es un sentimiento incontrolable, que te hace sacar lo mejor y lo peor de ti. Y es ahí donde radica la verdadera pasión.

Sentir el Madrid es una de las cosas más bonitas que te pueden pasar. Ser del Real es estar solo contra todo y contra todos, ser del Real es saber que no hay objetivo que no se pueda cumplir, y que cuanto mayor es, mayor será la gloria conseguida.

 

Y la gloria la hemos conseguido siempre, como diría Mendoza, con cojones, cabeza y corazón. Y es por eso, que el Real Madrid se ha convertido para muchos de nosotros en una forma de vida. La emoción que sentimos cuando escuchamos el himno de las mocitas, nos transporta a un pasado muy presente. 

 

Y aunque en este tiempo, de fútbol moderno, todo sea artificial, hay algo que no va a morir nunca, y es el Madrid. Y el Madrid somos nosotros.

                    

1- Va el Madrid con su bandera..

Hemos escuchado mil veces eso de que mientras haya vida hay esperanza. y en su inmensa mayoría es cierto, pero si además, has crecido viendo a nuestro Real, sabréis bien de lo que hablo.

¿Quién no ha estado frente al televisor, mordiéndose las uñas, o en el estadio, de pie, o incluso conduciendo mientras escuchas ese partido que no has podido ver, y solo le quedan unos minutos?

Y perdemos.

Pero miras el marcador, y “bueno, minuto 87, todavía hay tiempo”.

¿Qué hay tiempo? 

No te engañes, no hay tiempo, pero eres del Madrid. 

Y hay tiempo para empatar, y para ganar.

Porque así es nuestra historia, forjada a base de no rendirnos nunca, de luchar hasta el final.

Y hemos perdido, muchas veces. Pero lo que ha hecho que nuestra historia sea tan gloriosa no sólo han sido las victorias, que por cierto, no son pocas, si no la manera en la que hemos caído cuando no hemos conseguido el objetivo. Nuestros valores son innegociables, entrega, coraje, pundonor, y corazón, mucho corazón. De eso sabía mucho Juanito.

 

Todos recordaremos el fatídico partido contra el Dortmund en el Bernabéu, en aquel Madrid previo a la ansiada Décima.Y también todos recordaremos, un año después, aquel cabezazo al borde del final. Y sabíamos lo que pasaría en la prórroga. ¿Alguien dudaba, que con media hora por delante, no ganaríamos esa deseada copa que tardó tanto en llegar?

O las eliminatorias contra Inter y Borussia, donde nos pintaban la cara allí, y aquí “noventa minuti en el Bernabéu son molto longo”.

Desde Bernabéu hasta Cristiano, pasando por el mencionado Juanito, líder de una generación que marcó una época. El Madrid de la quinta, Di Stéfano, Raúl, y tantos y tantos otros que han hecho con sus victorias, con su madridismo y sus valores, que para nosotros sea una forma de vida.

Y de esto trata esta nueva aventura, de dar un repaso a través de nuestra historia, y de contaros lo que para mi significa ser del Real Madrid.

Y recordar siempre una cosa; que nada ni nadie nos quite nunca la manera de disfrutar de nuestro Real Madrid.

Atentamente, un madridista cualquiera.